Después de mucho, mucho tiempo, volvimos a disfrutar de un concierto. La ocasión merecía el esfuerzo, sin duda. Una de las bandas del momento, The Delta Saints están de gira por España y de nuevo se acercaban a la Supersonic gaditana. Su disco Death Letter Jubilee es fantástico y las referencias de su directo eran casi exageradas. Pero no, todo lo que me habían contado se quedaba corto. Con todo lo que llevamos encima, fué comenzar el show y sentirme el tío más feliz del puto planeta. Pocas veces he visto a una banda disfrutar tanto sobre un escenario. Y ser tan contundentes. Y tan buenos, tan puñeteramente buenos. Es increible que, con lo jóvenes que son, parezcan (sean) verdaderos virtuosos con sus instrumentos. Virtuosos a la hora de ejecutar con maestría cada canción pero sobre todo a la hora de dotarla de un sentimiento más propio de sexageranios que de veinteañeros.
Comienzan desgranando el recién publicado disco, con el single que da título al disco, donde todos ya nos terminamos de dejar la voz cantando junto a ellos (palmas, bailando y gritando "ain't got no death letter jubilee..."), no paramos de bailar. Qué forma de tocar, por dios. El calor es sofocante en la sala, pero da igual, dejar de bailar no es una opción. Los slides fluyen en las dos guitarras con la naturalidad de los viejos bluesmen, el hammond planea en cada tema y la batería mantiene el ritmo, tan alto como contagioso. Pero qué buenos son, joder...
Por ponerle algún pero, me extrañó que las voces recayeran únicamente en el cantante, en el disco da la sensación de ser un grupo más coral. También se echó de menos al harmonicista, cuyo sonido en el disco es muy importante. El hammond sin duda hace bien su trabajo. Y por último, me habría gustado que tocaran más temas del disco, aunque las dos últimas, que no conocía, fueron apoteósicas.
Gran, gran velada. De esas ocasiones que llegas reventado a casa feliz con la vida por haber disfrutado con algo así. El futuro de the Delta Saints está únicamente en sus manos, llegarán tan lejos como ellos quieran, y viendo como disfrutan, querrán mucho.
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