miércoles, 12 de diciembre de 2018

Los mejores discos del año en javistone. Sí, otra lista de mejores discos.



Se acaba el año, un fructífero 2018, sin duda. Con la revista, el Rock Bottom Magazine, el blog ha quedado inevitablemente en segundo plano, pero al fin y al cabo, la actividad no ha bajado en ningún momento (al revés, en realidad, un ritmo frenético), y una de las cosas en las que más me ha influido ha sido en cuanto que he tenido que estar más pendiente en los discos que se han ido publicando, de forma que, sí, este año puedo hacer una lista de mejores discos del año sin necesidad de ir mirando el año de publicación de aquellos discos que he oído, porque normalmente suelo prestar atención a discos sin tener en cuenta si son novedad o no. 

Este año como digo ha sido muy fructífero, han salido discos brutales y la cantidad de buena música ha sido ingente, y de hecho, en estos días se están publicando trabajos que ya no pueden entrar en las listas porque ya han sido confeccionadas y realmente paso de darle más vueltas. Por lo pronto tengo que reconocer que los discos de The Soul Jacket y The Soubreaker Company deberían entrar en mi lista, pero como digo... qué cojones, los ponemos!

Ahí van, y en cualquier caso, ¡felices fiestas amigos!

  1. “Ruins” - First Aid Kit.
  2. "Fuente vieja" - Bourbon.
  3.  “For my crimes” - Marissa Nadler. 
  4. “Changing colours” - The Sheepdogs.
  5. “Clone of the universe” - Fumanchu.
  6. “El Gran Poder” - Pájaro.
  7. “Black Mesa” - Luke WInslow. 
  8. "Tune out the Noise” - Aurora & The Betrayers. 
  9. "All these words will die before the morning" - Aitor Ochoa & Mad Mule.
  10. “Hears the rivers” - Greenleaf.
  11. "Sewed with Light" - The Soulbreaker Company.
  12. "Plastic Jail" - The Soul Jacket.

lunes, 19 de noviembre de 2018

I am a Monkey die hard fan, and I'm proud!


Ya tenemos aquí de nuevo el Monkey "motherfucking" Week! Lo reconozco, desde que se trasladó a Sevilla (traslado que siempre entendí lógico), las circunstancias siempre se han aliado en mi contra y nunca he podido ir, pero este año... este año parece que sí. Soy un monkey die hard fan, and proud! Los fines de semana en El Puerto de Santa María disfrutando por sus calles de música sin límite eran infalibles, para cualquiera a la que le guste la música algo así es un sueño hecho realidad, ¿cómo no vas a disfrutarlo? Es cierto que el ambiente tiende al indy pero lo cierto es que no se ajusta a la (inabarcable) oferta que ofrece. Allí he visto conciertos de metaleros vascos, he conocido a los Guadalupe Plata, a El Lobo en tu Puerta o en último lugar a los fantásticos La Big Rabia, y he descubierto a bandas increíbles... y descubierto que habían tocado en algún Monkey sin haberme dado cuenta, como los maravillosos Niño y pistola.

En cualquier caso, y como decía al comienzo, ir a Sevilla logísticamente es complicado para servidor, y este año no ha sido distinto, pero finalmente un alma caritativa nos ha abierto las puertas de su casa (gracias África!!!) y podremos ir el sábado a darlo todo. Sí, las actuaciones de La Big Rabia y de Pájaro se nos escapan, y ya me jode, pero no tengo ninguna duda de que va a ser un día grande. Si pueden no lo dejen escapar, detrás de la esquina puede estar el próximo grupo que te vuele la cabeza!



viernes, 31 de agosto de 2018

Nuevo número de Rock Bottom Magazine, cumplimos un año ya!

Pues sí, aquí tenemos el número 6, el de septiembre, de esta cosa llamada Rock Bottom Magazine, que como si fuera un nuevo hijo, hubiese llegado de repente para desordenarnos la vida pero para hacerla mucho más entretenida y divertida. Y no es ni más ni menos que José Antonio García (curiosamente ahora mismo suena en mi reproductor "La canción del espantapájaros" de sus 091), que publica el que es, sorprendentemente, su primer disco en solitario. Los chicos de El Lobo en tu Puerta, amigos y respetados por el que suscribe reinan también en la revista con la transcripción de esa extensa y loca charla que tuvimos con ellos entre unas cuantas cervezas. Artículos sobre los Queen de todo un ilustre como Ignacio Reyo; artículos sobre la década de los 90; sobre la figura de Rowland S. Howard; la última actuación de Eric Clapton... No os lo perdáis, os gustará!

Aquí, o pinchando sobre las imágenes.



Tenemos más portadas, como El Jueves...


martes, 10 de julio de 2018

11 años de javistone: the end of the beginning or the beginning of the end.


Lo cantaba Ozzy en el ultimo disco de Black Sabbath, “it’s the end of the beginning or the beginning of the end?”. Once años ya que este blog fue creado y parece ya una eternidad. Lo cierto es que después de haber cumplido los tan cacareados diez años en 2017 y haber editado un libro, celebrar años pierde un poco de gracia. Lo del libro estuvo a la altura del blog y su historia, un ejercicio de auto difusión que tuvo el mismo “éxito” que el blog, es decir, prácticamente ninguno más allá de ese al que obligo a la gente que me rodea. Allá a finales de los 90 tenía un programa de radio en mi colegio mayor, hacerlo semanalmente tenía un trabajo de la ostia, y en mi consideración era un programa brutal que yo creía gustaría a cualquiera que le prestase un poco de atención. Imposible saber si gustaba, lo emitía y se perdía en el aire. Así, entonces los grababa y se los ofrecía a la gente para que lo escuchase, sin ningún éxito. El mismo que el blog o “Javistone: Diez años de blog & rock”. Ahora era un libro en lugar de un cassette, pero el ejercicio es el mismo. Jesús Sánchez en el maravilloso prefacio que me regaló para el libro decía “Una de las claves es que, aunque él no lo sepa, o lo niegue, Javi escribe para sí mismo. Es un entusiasta de sus cosas”, y sí, siempre lo supe y nunca lo he negado. Pero como decía Antonio Gala, aunque uno escriba en primera instancia para uno mismo, siempre se termina esperando la interacción con alguien ahí afuera. Y joder, gente hay, así que simplemente o no consigo ofrecerle el cassette a la gente adecuada o simplemente lo que yo hago y digo no le importa un carajo a nadie. Hoy en julio de 2018 esta última es la opción más probable.

Es inevitable que uno tenga altibajos en el blog, aún más cuando con el libro y su maquetación como punto de partida, y las ganas de compartir el proceso con amigos, montamos Rock Bottom Magazine, que no deja de ser una extensión del blog, pero con el proceso más repartido y abierto a colaboraciones, más abierto en general. El blog ahora está en un momento absorto, preso de las circunstancias de su responsable, de la escasa (“nula” sería más adecuado) repercusión, y del vacío cultural que le rodea, presa de un entorno que es un páramo cultural. Qué envidia los blogs de los que viven en Barcelona, Madrid, Bilbao… Qué maravilla vivir en Granada, Sevilla incluso… Donde yo vivo está la nada más absoluta, un sitio yermo en cultura y también en el que no hay ningún interés de la gente, más pendiente de la semana santa, la feria, o la misma puta canción de moda, un sitio donde un festival con Lagartija Nick o Atavismo se tiene que cancelar por falta de venta de entradas… Ves al gran Savoy Truffle con una agenda interminable y te corroe la envidia, o a Joserra Rodrigo de concierto en concierto, de festival en festival y te mueres de ganas de irte con él a ver a Steve Earle. Vivir en Jerez es casi estar muerto en vida culturalmente, ¿para qué cojones quieres un blog de música si a tu alrededor no hay nada? Es complicado mantener un site durante más de una década sin respuesta, sin nada a tu alrededor y hablando de lo que sucede a cientos de kilómetros.

En uno de tantos puntos de inflexión que nos asaltan en la vida, uno está en uno en el que quiere mandar a la mierda todo, absolutamente todo, desaparecer haciendo el mismo ruido que se consigue hacer, que es ninguno. Y en realidad da igual porque nadie leerá esto, ¿verdad?

  

jueves, 28 de junio de 2018

Nuevo número de Rock Bottom Magazine!



Ya tenemos, efectivamente, como cada dos meses, el nuevo número de nuestra querida Rock Bottom Magazine con nuestro no menos querido Andrés Herrera, Pájaro, reinando por todo lo alto en la portada. Estuvimos charlando con él durante más de una hora y sin duda, como artista y como persona, es realmente fascinante. 

Y mucho más, artículos espectaculares sobre la historia de la Mtv, los KISS de los 80's, Ghost, discos del 98, novedades... y como colofón un artículo sobre uno de los acontecimientos audiovisuales de los últimos tiempos, ese descacharrante muestrario de la naturaleza humana que es "Wild wild country".

No os lo perdáis, merece la pena. Descarga aquí.


miércoles, 13 de junio de 2018

Monkey Weekend 2018, entrevistamos a Tali Carreto: "El Monkey es el único festival que no tiene backstage, porque todo él es backstage".


Para todo el que le guste la música, los Monkey son una auténtica bendición, tanto en El Puerto de Santa María primero como en Sevilla en la actualidad, los chicos de La Mota han organizado auténticas fiestas musicales que van mucho más allá del festival al uso. El próximo fin de semana regresa el "hermano pequeño" a la localidad gaditana y hemos charlado con nuestro querido amigo Tali "no me puedo estar quieto" Carreto.

Lleváis unos doce años organizando festivales, hace tres años decidisteis cambiar la ubicación del Monkey Week a Sevilla, pero el año pasado volvisteis al Puerto de Santa María con un “hermano pequeño”, el Monkey Weekend, ¿por qué decidisteis volver? 

En realidad no hemos vuelto, si no que más bien nunca nos hemos ido. Cuando decidimos trasladar el Monkey Week a Sevilla por puras razones de crecimiento y necesidades logísticas, hubo personas –sobre todo de El Puerto de Santa María y Cádiz, claro- que pusieron el grito en el cielo y, como en los contratos con las telefónicas, no leyeron la letra pequeña. Y es que desde un primer momento avisamos que, aunque el Monkey Week se movía, sí, teníamos la intención de crear otro evento bajo la misma cabecera en El Puerto. Y así fue, solo un año después ya nacía Monkey Weekend, con la misma filosofía y naturaleza del primogénito, pero sin la parte profesional que era la más complicada de sustentar en una localidad como la nuestra. Porque Monkey Weekend es también un festival 100% urbano, en sintonía con la ciudad, que apuesta por el talento emergente y por una programación diferente a la tónica habitual y repleta de sorpresas e iniciativas inesperadas.


Me imagino que la decisión de emigrar a Sevilla tuvo opiniones de todo tipo, pero después de este tiempo,  ¿cómo valoráis el cambio?

Más que positivo. Era un paso adelante necesario y lógico. Tenemos un amigo que definió bastante bien lo que pasó, comparándolo con el hijo que crece, tiene que abandonar el colegio y decidir a qué universidad ir, en muchos casos fuera de casa. No encontramos mejor símil: si queríamos que el Monkey Week siguiera adelante como cita profesional y cada año fuera a más, el traslado a Sevilla era una decisión consecuente.

Para el que nunca ha disfrutado de un Monkey, ¿en qué se diferencia respecto al resto de festivales al uso?

En bastantes cuestiones. Por un lado, en la cercanía que se establece entre artistas y público, porque los escenarios no son enormes, porque los músicos se mezclan con los asistentes como si fueran un espectador más, por apostar por bandas pequeñas que un día serán grandes… Fue Paco Loco quien dijo en una ocasión que el Monkey es el único festival que no tiene backstage, porque todo él es backstage. Qué grande Paco. Y qué lúcido siempre.

Por otro lado, el que sea un festival totalmente urbano, en el centro de la ciudad y a pie de calle, también te permite saltar de concierto a concierto sin aglomeraciones, pudiendo parar a comer en cualquier bar, irte de tapas entre un bolo y otro, incluso volver a tu hotel o apartamento a darte una ducha antes de volver al ruedo. 

Y por último el Monkey es muy loco. ¿Dónde si no has podido disfrutar de conciertos en una pista de coches de choque? ¿O que te rieguen desde una azotea cuando andas sudando de lo lindo viendo un bolo en un garaje? ¿O subirte a cantar a un karaoke con Los Jaguares de la Bahía como banda en directo?

La Big Rabia

Este año en el Monkey Weekend tenemos un cartel espectacular, con Pájaro, Soleá Morente o Guadalupe Plata como grandes reclamos junto a valores seguros como Marina Gallardo o el Lobo en tu Puerta, pero… ¿qué otras formaciones nos podríais recomendar de esas que consideras “imperdibles”? 

A eso se llama meterme en un aprieto, jaja. Partiendo del hecho irrefutable de que todas las bandas en Monkey Weekend son imperdibles, sí te puedo citar aquéllas que para mí son filias totalmente personales. Pienso por ejemplo en Camellos, con estribillos que llevan todo un año en mi cabeza.  O Esteban & Manuel, que llegan dispuestos a superar la reválida tras su exitazo el pasado Monkey Week. O grupos de los que últimamente todo el mundo habla y que en los próximos meses se van a hacer, sin duda alguna, mucho pero que mucho más grandes, como Carolina Durante o Derby Motoreta’s Burrito Kachimba. O amigos que siempre te aseguran la fiesta, y encima entregan discos tan cojonudos como el último: Los Nastys. O una delicatesen que me ha seducido en disco y que espero con ansías ver en directo para ver cómo traducen tanta exquisitez: Kou Keri Kou. Y así podría pegarme toda la entrevista, ay...

Unos que repiten y que el año pasado me volaron la cabeza son los chilenos La Big Rabia, parece que se han quedado a vivir en España, ¿Sabéis qué tal les ha ido girando con Pelo Mono?

Más allá de su experiencia conjunta con Pelo Mono, puedo confesarte que La BIG Rabia es una delicia que, con un poco más de suerte, pueden dar la campanada. Su nuevo disco es una gozada y ojalá el Monkey Weekend les sirva para reivindicarse como se merecen, y ganar aun más adeptos. 



A parte del cartel habitual de los “Monkeys”, es decir, conciertos/showcases repartidos por toda la ciudad durante los dos días, este año hay varias sorpresas, ¿no? Karaokes, talleres… Contadnos un poco…

Del karaoke con Los Jaguares de la Bahía ya te he apuntado algo antes. Va a ser un gustazo para nuestro público poder cantar –o destrozar, ya veremos- en directo temazos como “Te estoy amando locamente” de Las Grecas o el “Sweet Caroline” de Neil Diamond con tan excelsa compañía de músicos ilustres: Paco Loco, Pablo Errea, Patri Espejo, Chuchi Cabral… más algún invitado estelar. Dios (Hendrix) nos coja confesados.

Los talleres es una iniciativa que ya pusimos en marcha el año pasado con el Instituto Andaluz de la Juventud, y que este año repetimos de nuevo con doble fórmula: un taller de video donde Jesús Sánchez enseñará a los jóvenes alumnos a realizar una after movie del festival, y un taller de radio donde Cecilia Gatica realizará codo con codo con otros adolescentes un programa de radio en pleno Monkey Weekend.

Y luego no podemos olvidar algunas novedades, como ese circuito de música tradicional en patios de casas palacio y en el que contaremos con el buen hacer de artistas como Ayalga, Víctor Herrero y Sant Miquel, y que sin duda va a descubrir nuevos tesoros de la ciudad al público del festival. 

¿Algo más que añadir?

Sí, que este año el festival no dura solo viernes y sábado, si no que además habrá una coda final de lo más suculenta: concierto en acústico de Pájaro el domingo a la hora del vermú, y una pinchitada popular después para irse, nunca mejor dicho, con el mejor sabor de boca posible. 

Mil gracias, chicos…

¡A vosotros!

miércoles, 2 de mayo de 2018

Ya tenemos el flamante número 4 de Rock Bottom Magazine...


Como está siendo costumbre cada dos meses, desde hace medio año ya tenemos "en los kioskos" el nuevo número de la revista digital de moda (...). Si con el anterior nos destapamos con una espectacular portada y entrevista a Steven McDonald de Redd Kross, en esta ocasión hemos conseguido charlar con Greg Strzempka, de Raging Slab, que nos cuenta cómo es su vida después de la pérdida de Elyse, su mujer y su compañera en la banda. Posiblemente la mejor entrevista que uno haya hecho nunca. Tampoco se queda atrás el artículo de Cristina Rodríguez sobre su adorado Peter Steele; sobre la emperatriz del blues, Bessie Smith; la entrevista que Adolfo Alcócer realiza a los barceloneses Deadyard o a The Brass Buttoms... En definitiva 60 páginas repletas de rock & roll, no dejéis de descargarla (aquí).


lunes, 9 de abril de 2018

“El Gran Poder”, de Pájaro: Mantén la fe.


Solía decir Jim Morrison que el tercer disco marcaba el final del comienzo, que representaba un punto de inflexión en el que el artista, el músico, debía trabajar sin el material acumulado durante años, que es de alguna forma el primer disco que se hace desde cero, a conciencia. Pájaro nos ha venido deslumbrando desde que publicase “Santa Leone” y posteriormente con “He matado al ángel”, dos obras maestras que deberían haberlo encumbrado al altar de los grandes. Mi miedo, un miedo secreto de esos que no compartes para que no tomen cuerpo, era que el nivel de estos trabajos fuera complicado de mantenerse, como si temieras que el amor a alguien acabase resintiéndose de alguna forma inexorable que solo el tiempo entiende, era imposible mantener ese nivel, parir una obra maestra detrás de otra. Pero mi falta de fe ha sido castigada, Pájaro ha vuelto a regalarnos (porque esto sólo puede catalogarse de regalo) otra obra de arte grande, hermosa, grandilocuente en su sencillez, repleta de matices, repleto de recovecos emocionales como si fuera un retablo de iglesia barroca en el que en cada vericueto, en cada pliego se acumula el polvo de la carretera, el incienso, la sangre, el carisma y el talento, talento y carisma que se le caen a borbotones a este artista de corte profundo llamado Pájaro.

Corre, chacal, corre” inicia como si comenzaran los créditos de la película, polvorienta, dolorosa, intensa, ¡qué canción! En “Los callados” Pájaro duele, porque la belleza también duele, un canto a la libertad y en defensa de los olvidados, esos vientos elevan la canción hasta encogerte las entrañas. No puedo evitar decir que, como en todos los trabajos de Pájaro, la producción es de una belleza exquisita, está cincelada con un gusto, una delicadeza y un empeño descomunal, una colección de detalles impresionante. Acústicas y vientos aquí, riffs con distorsión allá, el hammond de Julián Maeso que aparece… las canciones aquí son como grandes obras pictóricas conformadas por mil y una pinceladas propias de un maestro orfebre. “Rayo mortal” golpea con furia (esas guitarras…) y con “A galopar” (poema de Rafael Alberti con el que suelen finalizar los conciertos) nos termina por avasallar, parece que sientes la sangre caliente entre esos redobles como si fueran los caballos que pasan por encima de ti. El ritmo se vuelve aún más trepidante con “El tabernario” y alcanza sus más altas cotas con una maravilla titulada “Yo fui Johnny Thunders”. Como regalo final Pájaro nos deja una sorprendente versión del “Let’s go away for a while” que Brian Wilson incluía en el “Pet Sounds”, con la sensación de que el viaje ha durado apenas un suspiro.

“El gran poder” es eso, fuerza, belleza, sangre, un trabajo impecable que además se presenta con un diseño marca de la casa de Álvaro–Pff (The Fly Factoy). Pájaro es por derecho propio un grande y lo ha vuelto a demostrar. Gracias maestro.

viernes, 23 de marzo de 2018

Clásicos básicos: “Nobody knows you when you're down and out” de Bessie Smith.


Once I lived the life of a millionaire
Spent all my money, didn't have any care
Took all my friends out for a mighty good time
Bought bootleg whisky, champagne and wine

Then I began to fall so low

Lost all my good friends, I did not have nowhere to go
I get my hands on a dollar again
I'm gonna hang on to it till that eagle grins

Cause no, no, nobody knows you

When you're down and out
In your pocket, not one penny
And as for friends, you don't have any

When you finally get back up on your feet again

Everybody wants to be your old long-lost friend
Said it's mighty strange, without a doubt
Nobody knows you when you're down and out

When you finally get back upon your feet again

Everybody wants to be your good old long-lost friend
Said it's mighty strange

Nobody knows you when you're down and out.

Hace tiempo que no retomaba uno de estos posts, y estoy tan obsesionado con Bessie Smith en general y su “Nobody knows you when you're down and out” que creo que es un buen momento para hacerlo.


Bessie Smith fue una de las primeras mujeres de color que consiguió triunfar en la música en Estados Unidos, en la década de los 20's de comienzos del siglo XX, la conocida como "emperatriz del blues", que a base de talento vocal y compositivo así como de una personalidad a prueba de bombas consiguió ser toda una estrella en su momento. Y como toda estrella disfrutó de todos los excesos habituales: gasto de dinero a espuertas, alcohol, mujeres y hombres por doquier, caprichos, multitud de seguidores... Bessie Smith vivió la vida a fondo, sin duda. Pero la gran depresión y el cambio de los gustos musicales del blues y el jazz hacia el swing hicieron que su estrella se apagase, y de viajar con su propio tren y girando de teatro en teatro, tener que actuar en los peores lupanares del sur americano. Y de eso se trata esta maravillosa canción, de que una vez fue millonaria, que le sobraba el alcohol y los amigos, pero cuando el dinero se acaba, ay amigo... nadie se acuerda de ti!

La versión de Bessie es absolutamente maravillosa, pero la variedad de versiones es interminable, es todo un standard absoluto de la música americana, sólo hay que ver que mucha gente piensa que es un tema de Nina Simone o de Eric Clapton (la grabaron Derek and the Dominos en "Layla and Other Assorted Love Songs"), pero gente como Sam Cooke, Otis Redding o Neko Case la han interpretado entre otros muchos.

Un clásico absoluto.








martes, 13 de marzo de 2018

"Godless", Netflix se atreve con el western.


En esta vorágine de series que estamos "sufriendo", disfrutando en realidad, hemos podido encontrar todo tipo de productos y toda clase de géneros: mafiosos, dragones, policías corruptos, vikingos... pero curiosamente el western ha sido uno que hasta ahora ha sido más bien ignorado. HBO produjo hace ya más de una década "Deadwood", una brillante incursión que no tuvo continuación hasta hace un par de años con la aparatosa "Westworld", con la que han vuelto a acercarse, y ni tan siquiera de forma, digamos, convencional. Pero Netflix, tan ambiciosa como es la productora, no se había decidido hasta finales del año pasado a adentrarse en el terrero del viejo oeste. Y lo ha hecho a lo grande, como no podía ser de otra forma.

"Godless" es una mini serie de siete episodios de algo más de una hora cada uno que se caracterizan, primero, por la espectacular puesta en escena de sus personajes y por su cuidada producción, es inevitable pensar a cada secuencia que se sucede en los costes de sacar adelante semejante producción, todo exteriores y en plena naturaleza. En el caso de las interpretaciones es inevitable comenzar con Jeff Daniels, como el cruento Frank Griffin, que sin siquiera aparecer en la primera escena, escalofriante, ya nos ha dejado mal cuerpo al ver cómo ha dejado un puesto de ferrocarril, sin tener la más mínima misericordia con todos los que allí habitaban. A la imagen del ahorcado me remito, eso es cine del bueno, amigos, varios minutos sin diálogo y terminar la secuencia con el estómago encogido y con la certeza de que el diablo anda suelto entre los polvorientos caminos de Nuevo México. Que en la siguiente escena Frank Griffin aparezca con el brazo destrozado pidiendo que se lo quiten y que su "crew" ejerza un miedo atroz en el médico que le va a atender de nuevo refleja el nivel de la serie. Pero además, es que en cada ocasión que Daniels acapara una escena lo hace con una maestría absoluta, sin aspavientos, sin excesos, dotando al cínico pastor de una maldad realmente fascinante. Hay dos momentos cumbres para mí en los que Daniels está soberbio, cuando habla con el teniente de color de la localidad de Blackdom y se lamenta de haberle disparado cuando se da cuenta que no estaba armado, una secuencia dramática parca, seca, brillante. Y el duelo final en el que toda la palabrería que demuestra a lo largo de la serie se disipa mostrándose como el psicópata que es, con un discurso que se demuestra vacío y fruto de su mente enferma… es igualmente muy grande. Muy grande  Daniels.

Merritt Wever y Michelle Dockery.
El resto del reparto sin duda está a la altura, Jack O'Connell como Roy Goode, el bandido arrepentido y hastiado del estilo de vida de su padrino Frank Griffin; Michelle Dockery en el papel de Alice Fletcher, la curtida mujer en mitad de la nada con su rancho, su hijo mestizo y suegra india; maravilloso Sam Waterston como el marshal John Cook, uno de esos secundarios que elevan cada escena en la que aparece; soberbio el joven Thomas Brodie-Sangster (lo conoceréis de mil trabajos, ese niño ha crecido ante nuestros ojos, “Love Actually”, “Juego de Tronos”…); Merritt Wever como Mary Agnes McNue, la dura viuda que se hace cargo de la seguridad del pueblo en un papel absolutamente brillante, humano, duro… papel de los que marcan una carrera… Y mención especial a quien interpreta precisamente al hermano de Mary Agnes, Scoot McNairy encarnando a Bill McNue, el sheriff de La Belle que después de haber perdido a su mujer y gran parte de su vista se lanza a un desesperado viaje que sólo él entiende, con la intención de salvar al pueblo, un pueblo que no le entiende y le desprecia. Enorme interpretación de otro actor que, como decía antes con Sam Waterston, es de esos secundarios absolutamente maravillosos.
Scoot McNairy como Bill McNue

Se ha hablado mucho del sentido feminista de la serie, y sin duda, eso está ahí, las lecturas que se pueden hacer estos días son muy evidentes. Yo no me voy a pronunciar al respecto, para mí “Godless” es una serie coral en la que “simplemente” vence el coraje de los que luchan por salir adelante, por luchar por los tuyos aunque pierdas la vista, un brazo o la vida. Una serie que refleja lo dura que debía ser la vida en aquel oeste desértico en el que la crueldad y la justicia de la bala que llega antes a su destino era la que marcaba el devenir de la existencia de la gente. Una serie que, no podemos olvidar, bebe de los grandes clásicos del western. “Sin perdón” sobrevuela sobre la diminuta población de La Belle durante todo el metraje. Y sin embargo, en mi opinión, lo que hace grande a “Godless” es haber sabido darle un sentido propio, distinto a “otra” historia de vaqueros. La secuencia final del tiroteo es absolutamente magistral, por la intensidad, por la crudeza, por la potencia al presentar un escenario tan duro con unos contendientes tan inhabituales…

No pude evitar pensar en las últimas y cautivadoras secuencias del episodio final que un trabajo de semejante factura debería llevarse todos los premios de la industria, pero sobre todo, que se haga justicia con un género denostado por la industria. Ojalá le den más oportunidades... 

miércoles, 28 de febrero de 2018

domingo, 21 de enero de 2018

"Ruins", nuevo disco de First Aid Kit.


Gran noticia, estos días se publica por fin el nuevo trabajo de las hermanas Söderberg. Unas perfectas desconocidas en España son una de las sensaciones internacionales desde hace años. Yo las descubrí en 2012 con "The Lion’s Roar", un disco maravilloso, imprescindible. Y desde entonces me he convertido en su fan absoluto, disfruto de Klara y Johanna de cada paso que dan, de cada interpretación suya con la que me encuentro en la red (hay dos homenajes, uno a Patti Smith y otro a Emmylou Harris que hielan la sangre), y de cada nuevo trabajo. "Ruins" era un disco muy esperado, había que ver el siguiente paso tras su exitoso "Stay Gold", su disco más ambiciosos hasta entonces. Hemos tenido tres adelantos hasta ahora, la maravillosa "It's a shame" y sobre todo una escalofriantemente bella "Fireworks", y hoy por fin puedo ponerme con el disco completo. No he querido ni esperar a escucharlo para opinar de él, sé perfectamente que me van a cautivar por enésima vez. Aunque mucho rockero cavernícola reniega de su música preciosista a mí esa mezcla de folk old shcool, sus melodías, esos juegos vocales, ese candor incluso que desprenden... me ganaron hace mucho tiempo.

Y en definitiva, el mundo es un sitio mucho mejor con música tan bella.


lunes, 1 de enero de 2018

Número 2 de Rock Bottom Magazine ya disponible!!


Comenzamos el nuevo año con fuerza, sin duda. Tras la buena acogida entre redactores y lectores del primer número de la primera entrega de Rock Bottom Magazine aquí traemos el segundo, mucho más largo e intenso y como el anterior, realizado con toda la ilusión del mundo. Jose Ignacio Lapido acapara las atenciones por la publicación de su nuevo disco; Melange son entrevistados por todo un Adolfo Alcocer; hablamos de Radio Futura (un texto de los que se quedan grabados en la memoria y en el corazón, enorme el de Cristina); sobre ese inquietante documental realizado por un crepuscular Jim Carrey; recordamos a Jeff Buckley a los veinte años de su desaparición... y el debut de Van Halen hace cuarenta años...

Esperamos que lo disfrutéis...

Aquí podéis descargarlo.