miércoles, 20 de noviembre de 2013

Monster Magnet 2013: I'm on a mission from god.



Me comentaba un amigo mío, muy fan de Monster Magnet, que este nuevo disco de la banda de Dave Wyndorf le parecía una especie de refrito, que todas las canciones le sonaban a otras anteriores. Yo llevo dos semanas con el cd escuchándolo una y otra vez... y estoy en la puta gloria.

Lo hemos hablado muchas veces. Monster Magnet estuvieron a un nivel inalcanzable hasta Powertrip, y eso fué ya hace muchos años, en el 98, una eternidad. Luego vinieron discos mucho menos inspirados, God says no, Monolithic Baby! y 4-Way Diablo representaron una caída brutal de la banda, y sobre todo, de un Wyndorf que vió cómo perdía su oportunidad de convertirse en una estrella (cosa que todos sabemos, se merecía sobradamente) y se metía en un proceso de deterioro físico realmente preocupante. A sus operaciones faciales (el Wyndorf de Powertrip y el de God says no, casi ni parecen la misma persona) se le unía una pérdida descomunal de imagen debido a un aumento de peso alarmante, que llegaría a su cénit en la época de su penúltimo disco, Mastermind. Curiosamente, en mi modesta opinión, este era el mejor disco en mucho tiempo (me encantaba el single Gods and punks). Sin Ed Mundell en la banda, definitivamente esto ya era su proyecto en solitario, parecía cansado y aún así grabó un disco mucho más digno que los anteriores. Lamentablemente gran parte de sus fans no pensaron lo mismo y apenas tuvo repercusión, y los que los vieron en directo le recriminaban su horrible estado de forma y le dieron la espalda. Increíble pero cierto. Realmente llegué a pensar que sería el final de Monster Magnet.


Pero amigos... el cabronazo de Dave Wyndorf pertenece a la vieja escuela, y ha vuelto una vez más con un disco, esta vez sí, a la altura de sus clásicos. Ok, no digo que esté al mismo nivel, pero desde luego sí es digno sucesor de estos. Un disco que comienza con I Live Behind the Clouds, que contiene enormidades como Hallelujah o End of Time... joder, es un gran disco!!!! A Dave se le ve con ganas, retoma sonidos psicodélicos de antaño, y da la sensación de que ha grabado lo que le apetecía, cosa que en los anteriores no me terminaba de encajar.

En cualquier caso es grande tenerlos de vuelta y en buena forma. No volverán a grabar un Powertrip ni un Dopes to infinity, pero mientras grabando discos como Last patrol yo seré el tío más feliz del planeta. Nos vemos en febrero, promete ser MUY grande.

viernes, 15 de noviembre de 2013

Entrevista a Jose Ignacio Lapido: "El orden, lo aleatorio y lo imprevisto... todo eso está en mis canciones".



Jose Ignacio Lapido... casi nada... fantástico disco reciente (Formas de matar el tiempo)... Concierto épico aún fresco en la memoria (reseñado aquí)... Pudimos charlar con él antes de su actuación en Cádiz y como siempre es un verdadero placer escucharlo hablar de su carrera, la actualidad musical, el slide... y de su disco de blues!

Publicas tu nuevo disco, como acostumbras cada 2/3 años. Es lo que te pide el cuerpo o es una periodicidad a la que te obligas.

Ese periodo de tiempo lo fijan las canciones. Normalmente tardo 2 años o un poco más en tener completada la colección. Puede parecer mucho pero mi nivel de autocrítica me impide grabar y editar cosas con las que no esté satisfecho al 100%. Intento no meter relleno en mis discos, y si hay que demorarse un poco más no pasa nada.

La portada del disco está dando que hablar, ¿es una metáfora de la situación actual?¿Fichas blancas que no tienen nada que decir una detrás de otra esperando a que la caída del de delante me tire a mí… y así terminar cayendo todos? ¿La espiral interminable de un juego vacío?... O no tienes ni idea…

Sí, sí, tengo idea. El diseño de la portada es de Alfonso Aguilar, “Perroraro”. Es el diseñador que me ha hecho mis tres últimos discos. Nos entendemos muy bien y creo que él sabe captar perfectamente el sentido de mis canciones y reproducirlas en imágenes gráficas. En este caso, en la portada de la espiral con las fichas de dominó blancas hay una metáfora subyacente… la forma de espiral que también puede ser signo de interrogación, el vacío, la amenaza latente de derrumbe: el orden, lo aleatorio y lo imprevisto… todo eso está en mis canciones.

“Cuando por fin” parece un tema 100% “Lapidiano” (permíteme el palabro), pero le has dado un ritmo más power pop que le da un aire distinto a tu sonido. Viendo la evolución desde tu primer disco en solitario encontramos pequeñas escapadas estilísticas, como por ejemplo recuerdo “Dudas razonables” en la que te das una lección con el slide. ¿Buscas continuidad en tu sonido o te dejas llevar?

En el rock hay muchos palos que me atraen, tanto el power pop como el blues son algunos de los estilos de los que he bebido desde hace muchos años y por tanto es lógico que sus influencias aparezcan. Mis inicios estuvieron marcados por la música de los 60 por un lado, y por otro, por el punk y la new wave. Más tarde me abrí al blues y al folk. De todo ello nace mi estilo. Cualquier creador que se precie debe intentar al menos tener una voz propia pero ha de ser consciente de que las cosas no se crean de la nada. Todos venimos de una tradición.

¿Por qué no das rienda suelta al slide? Es una técnica en desuso, aunque después vienen Guadalupe Plata y hacen de él (y del blues pantanoso) poco menos que un estilo de vida.
 
Bueno… me encanta el slide. La primera canción que grabé después de la separación de 091 estaba tocada con slide, y es posible que lo retome más a menudo. Es un mundo aparte porque la afinación de la guitarra también cambia a tonalidades abiertas. Es como aprender a tocar de nuevo… en el disco de blues que tengo pendiente estará muy presente. Por otro lado, los Guadalupe Plata me encantan.

¿Percibes que “De Sombras y sueños” ha supuesto un punto de inflexión (relativo, todo desde la independencia) en tu carrera? ¿Sientes que ahora se te hace más caso?

Pues no sabría qué decirte. Yo me tomo todos mis discos muy en serio. Ese en particular quizás tuviera más eco en los medio porque había colaboraciones de “lujo”, pero ya te digo que en todos mis discos intento que vayan las mejores canciones que soy capaz de hacer en el periodo de tiempo que toca.

¿Sientes que tu anterior disco, De sombras y sueños fue un punto y aparte dentro de tu evolución? Con perspectiva da la impresión que en este las canciones tenían un acabado distinto, y que Formas de matar el tiempo parece continuar donde lo dejaste en Cartografía.
 
Creo que es pronto para precisar la línea evolutiva de este disco. De Sombras y sueños lo produjo Paul Grau y Formas de matar el tiempo lo he producido yo.  Tal vez esté ahí la diferencia. Y claro… las canciones son distintas, hijas de un mismo padre pero con sus propias personalidades.

¿Te aburres de estar siempre explicando tus letras?

Aburrimiento no es la palabra… no sé… es que creo que las letras de las canciones no hay que explicarlas demasiado. Tampoco los poemas… se supone que he estado mucho tiempo trabajando en ellas y que deberían ser tan explícitas como para que no hiciera falta una exégesis sobre ellas pero también entiendo que la gente, los medios, quieran precisar o aclarar algunas cosas sobre mis textos.

En una canción tuya dices que si es largo el camino que queda por delante más largo es el que he dejado atrás. ¿Siguen preguntándote sobre tu antigua banda? Te lo comento porque como les pasa a otros artistas que vienen de bandas famosas (Bunbury o Gustavo Cerati), llega un momento en que tu producción en solitario empieza a ser más extensa que la anterior y, de alguna forma, comienza a dejar de tener sentido volver sobre un pasado cada vez más lejano y quizá menos representativo con el artista actual.

Efectivamente, mi carrera en solitario lleva ya 14 años, que son los mismos años que estuve con 091. No es que no me guste recordar lo bien que me lo pasé con los Cero y las grandes canciones que dejamos grabadas, es que no soy muy dado a la nostalgia y ahora tengo planteado este reto, que no es otro que continuar grabando canciones nuevas y que estas canciones no desmerezcan a lo hecho anteriormente, que no es nada fácil. Por supuesto que siguen preguntándome por mi anterior banda y ya lo veo como inevitable. No me molesta. Yo también le preguntaría a Paul McCartney por los Beatles si tuviera la oportunidad de hacerle una entrevista.

Como músico y columnista, profesiones que tienen puntos en común como voceros de la realidad, cómo ves la situación de España. A veces uno sueña con que de esta situación se produjera una catarsis artística en donde la música (o cualquier tipo de arte) pudiera funcionar como elemento vehicular para afrontar un momento tan desquiciante. En la serie Treme se comprueba cómo, tras una experiencia tan traumática como el paso del Katrina, la población intenta digerirlo a través de la música. ¿Somos un país con esa capacidad?¿La tuvimos y la hemos perdido?

Es muy difícil que en España el rock, que es la música que yo hago, sirva de vehículo de un sentimiento colectivo amplio. Aquí el rock no ha cuajado como en otros países como EEUU, Inglaterra o Argentina,. Allí no es sólo un tipo de música, es la expresión generacional y cultural de mucha gente. Aquí ha sido un fenómeno aislado que ha tenido algunos picos altos de repercusión pero que es ajeno a la mayoría de la gente.

¿Qué hacemos con la “escena” musical en Andalucía? Si en todo el país ser músico es un ejercicio de inconsciencia, en el sur no hay manera de conseguir salir adelante. Sevilla y Granada tienen una historia propia y se mantienen a duras penas, pero otros sitios ves a decenas de formaciones, músicos en general sobrados de talento que terminan por claudicar al ser imposible ni siquiera asomar la cabeza a los circuitos (por llamarlos de alguna forma) nacionales (de Madrid para arriba). Siendo una tierra con una cultura musical tan arraigada es incomprensible que el músico (que no sea de flamenco) sea invisible.

Es una pena. En Andalucía ha habido muy buenas bandas de rock que han tenido que dejarlo por eso que tú dices… es prácticamente imposible dedicarse profesionalmente a esto. Desde las instituciones públicas se ha intentado crear un monocultivo estilístico en Andalucía. La televisión y la radio públicas en Andalucía han proscrito cualquier música que no tenga aroma a “flamenquito”. Es una atrocidad. Expresiones musicales hechas por andaluces como el jazz, el blues, el heavy metal, el punk o el rock han sido apartadas ignominiosamente de la programación de estos medios que pagamos con nuestros impuestos y se ha dado paso a una uniformidad que es desoladora.

Muchas gracias, es un verdadero honor “charlar” contigo
.

Gracias a ti.


Esta entrevista se realizó gracias a Tali Carreto, de Freak, de hecho debería haberse publicado antes, pero ha sido imposible por motivos logísticos, así que con su permiso la hemos publicado en javistone antes.

Foto de Rafa Sierra.

jueves, 14 de noviembre de 2013

II Concurso javistone: Habemus ganador del disco de GRANFAN.

Después de una reñidísima disputa entre los acertantes al concurso tenemos ganador, ni más ni menos que nuestro gran amigo Félix Jiménez de los Galanes. El bajista de los Txuminos Imberbes (doy fé que sus conciertos son atómicos) ha ganado pues la copia del primer cd de los jerezanos GRANFAN. Aquí en la foto Félix posa feliz y orgulloso en su librería (Librería Agrícola de Jerez), en la sección de rock (disponible también por acá).

Enhorabuena!