martes, 21 de julio de 2015

Redd Kross en el Puerto de Santa María... Let's party!!

 
Este viernes comienzan mis vacaciones y sin embargo lo único que tengo en mente es el Freek Fest del sábado en Puerto Sherry (El Puerto de Santa María, Cádiz) con los Redd Kross a la cabeza. También The Bellrays o The Milykyway Express como platos fuertes, pero... he visto a muchos de mis artistas favoritos, y a los hermanos McDonalds aún no he tenido la suerte de verlos en directo, con lo cual, mi estado de excitación es enorme, casi infantil. Una de esas bandas que te han acompañado toda la vida, joder... son como parte de tu familia. Y ojo, su último disco Researching the blues es fantástico, como no podia ser de otra forma. 


Viernes vacaciones, sábado recibimos en casa a grandes amigos, los Sánchez Espigares, y por la tarde una cita histórica con una de mis cuentas pendientes. Además, un marco incomparable, ganazas!!!

martes, 7 de julio de 2015

Popular 1 y sus 500 números: Homenaje de popu-heads.


Con la celebración de su número 500, el Popular 1 ha decidido confeccionar una edición especial incluyendo casi exclusivamente reseñas de discos por parte de distintos personajes, algunos más conocidos que otros, algunos más relacionados con la revista que otros. Una idea entrañable, pero que a muchos nos ha dejado algo fríos. De esta forma, en javistone hemos pensado, de alguna forma, participar en las celebraciones con algo que hemos echado de menos, la opinión de los seguidores, que más que meros lectores son parte de la propia revista. Así, hemos pedido a conocidos popu-heads que contesten a tres preguntas sobre la revista:

1. Qué significa el Popular 1 para ti.  
2. Cual sería tu momento favorito de la revista.
3. Qué presente/futuro le ves a la revista.  

Nuestro pequeño homenaje al Popular 1.
 

Manolo Rodriguez Barranco.

1. La revista que me abrió la puerta a un mundo de música y cine maravilloso. Algo que se salía de lo habitual y que creaba adicción, sobre todo por los textos y la pasión de su redactor jefe, César Martín. Una guía imprescindible para estar realmente al tanto de grupos que no tenían apenas cabida en el resto de publicaciones.

2. Evidentemente casi toda la década de los 90. Ese fue el culmen de la revista, debido en gran parte a lo prolífica que fue esa década en lo referente a movimientos de impacto como el "grunge", el stoner o la movida escandinava.

3. Es realmente incierto y nada esperanzador. En mi caso dejé de comprarla hace unos 3 años, y ya llevaba casi el mismo tiempo comprándola por inercia. No digo que sea culpa de la revista, pero a mi cada vez me aportaba menos y apenas sentía deseos de devorarla de principio a fin como en el resto de años que la compré compulsivamente (desde el año 90). El auge de las redes sociales ha contribuido a que tengamos información al instante sin necesidad de leerlo en una revista, que a veces, como en este caso, olvidan a bandas de calidad que conoces por otro lado. A día de hoy se mantiene, imagino, por motivos nostálgicos.

Me gustaría añadir, si se permite (se te permite, N. de javistone), que considero uno de los grandes fallos de la revista en todos estos años no haberse volcado con la escena nacional, en bandas que desde los 90 iban surgiendo haciendo unos discos que nada tenían que envidiar a los de foráneos con los que a veces pecaban de pesados. Es cierto que en la revista se hicieron eco de gente como Mermaid, Ill, Viaje a 800, Soulbreaker Company, Rip KC, Electric Riders,.............,pero siempre de pasada, como si realmente no fueran importantes. La revista contaba con una legión de seguidores muy numerosa, que seguían a pies juntillas sus recomendaciones, y una mayor promoción para esas bandas si que hubiesen supuesto el que en algunos casos no tuviesen que abandonar sus carreras tan pronto por no contar con el respaldo de mas seguidores.


Enrique Campos.

1. Para quien haya crecido con Google a mano es difícil entender que, en otros tiempos, la única ventana con vistas a nuestra obsesión, llámale rock, llámale música a secas, era una revista mensual. Eso y la radio. Pero la anomalía de Popular 1, lo que la separa del resto de prensa especializada, era el efecto que producía en los lectores. El rock era una obsesión, y por el rock llegabas al Popu, pero enseguida la propia revista se convertía en una obsesión aparte. En esas páginas nunca se ha hablado de los Smiths, de The Cure, de Nacho Vegas, Nick Cave, y si se ha hablado nunca ha sido para decir nada bueno. No se ha hablado de docenas de artistas que para mí, probablemente, signifiquen más que los iconos habituales de la revista. Aun así, más allá de las filias y las fobias de los redactores, o de César Martín, el “gurú” de todo esto, percibías que esa gente no estaba ahí para sentar cátedra. Eran un puñado de mitómanos y fanáticos, como tú y como yo. Hablaban tu idioma, aunque hablaran de grupos o de cuestiones que no te interesaban. Cuando leías otras publicaciones, no hace falta dar nombres, siempre tenías la sensación de estar haciendo los deberes. Popular 1 nunca tuvo vocación de libro de texto, lo cual, para alguien que se aburrió muy pronto de los estudios, era fundamental. Hay muchas maneras de llegar a los mismos lugares. El Popu te llevaba desde el apasionamiento, desde el hooliganismo a veces. Después, quedaba en tus manos profundizar más o menos. El Popu era tan importante, per se, como cualquiera de los grupos que “rockeaban mi mundo”. La ansiedad por que llegara el día 7 o el 8 de cada mes, para poder ir a darle la brasa al kiosquero, era exactamente la misma que experimentabas cuando estaba a punto de salir el nuevo disco de Pearl Jam e ibas a la tienda a preguntar por él. Creo que esto ilustra mejor que nada lo que el Popu significó para muchos durante esa época de nuestra vida en la que vivías por y para tus referentes. Los grupos que escuchabas y venerabas eran tu universo. Sólo tuyo. Lo que te alejaba (en el buen sentido) del resto de la gente que te cruzaabs por la calle. Y Popular 1 tenía también ese “estatus”. Yo era “popu-head” y quien no lo fuera no tenía ni puta idea de absolutamente nada. Punto.

2. Creo que en parte ya te he respondido a esto. Porque no puedo hablar de un artículo concreto, de una entrevista, de un número, de un especial, aunque haya habido muchos que recordemos como si hubieran salido ayer. El “momento” fue esa revelación de la que te hablaba. Cuando la revista dejó de ser información pura y dura, y se convirtió en objeto de culto por sí misma. Si la memoria no me falla, fue durante una gripe de estas que te postran cinco días cuando, aburrido de leer otras cosas, aburrido de la tele, aburrido de todo, cogí los popus que había acumulado –que entonces, años 93, 94, aún no serían muchos- y leí algún No Me Judas. Hasta ese día me los saltaba. ¡Demasiado texto! ¡Fotos de actores de la época de mi abuelo! Yo era un rebelde sin causa de 15 años; quería grunge y cotilleos de Axl Rose, no veinte mil palabras sobre Errol Flynn. De nuevo, no fue por Errol Flynn, ni por el rap, ni por el porno –bueno, por esto un poco sí-, fue la manera como me lo contaban. Cómo me lo contaba César, en este caso. Ahí me di cuenta de lo que te decía antes: estos tíos hablan de cosas que me suenan a chino, pero me hablan como lo hace mi colega cuando estamos divagando en un portal, borrachos de patetismo adolescente, a las tres de la mañana.


3. El mismo que el del resto de revistas impresas. Tarde o temprano, si es que quieren continuar en esto, Popular 1 va a tener que apostar fuerte por internet. Puede parecer una obviedad en la era de los smartphones y Twitter, pero tanto al Popu como al resto de revistas de música –y lo extendería casi a cualquier publicación en papel-, les ha pillado el toro 2.0 y no han reaccionado. Si reaccionan, si entienden que el futuro, mal que nos pese, está en una pantalla táctil y no en el kiosco, no sólo sobrevivirán sino que, por su poder de convocatoria, puede ser una empresa lo suficientemente rentable como para mantener la versión “clásica”. Efe Eme renunció al papel y ahora que la web funciona han vuelto a editar la revista. Tenemos casos de publicaciones que nacen en internet y pasan al papel (Jot Down, El Estado Mental). No hay otra alternativa. El mercado y la demanda siguen estando ahí, pero las reglas del juego han cambiado. Por una vez, Popular 1 va a tener que renunciar a la testarudez que la ha convertido en algo único, que la ha protegido de los hypes y los vendedores de humo; en esa anomalía que nos cautivó. Puede hacerlo perfectamente sin dejarse los principios por el camino. Pero tiene que hacerlo.


Jorge Sánchez / D-Generated.
1. La mejor revista española de rock de la historia. Una verdadera guía musical en mi caso de los 90´s desde que compre la primera con portada de Kurt Cobain en el 94 creo...Lo que mas me llamó la atención de dicho numero aparte de los artículos fue el apendice. Lo empezabas a leer y no entendía nada. Alguien respondiendo a alguien sobre diferentes cuestiones musicales, de cine o de otras cosas. Recuerdo perfectamente que aparecía una foto de Dolly Parton y eso ya lió mas las cosas. Tardé tiempo en asimilar la dichosa revista pero sin duda comenzó a ser compra mensual.

Siempre he pensado que Cesar escribía bien. No es Neruda precisamente pero si que tiene gancho y atrae con lo que escribe. Con el siempre me ha pasado como con Charles Bukowski. Puedo leer y releer sus textos y siempre me resulta entretenido.

2. Sin duda el viaje a estados unidos fue el súmmum de la revista. Experiencia rockera por estados unidos visitando sitios tan emblemáticos como Lafayette... o Ludbock la ciudad de nacimiento de Buddy Holly.... El viaje definitivo que todos soñamos alguna vez con hacer...


También recuerdo especialmente el numero con Urge Overkill en portada, en el que venían un montón de artículos interesantes. Y por supuesto ese especial 70´s con Tony Manero en la portada. Cualquier numero que tuviera un no me judas, te daba la vida. Sabías que tenías 1 hora de entretenimiento asegurado. 1 hora de sumergirte y olvidarte de los problemas tratando algún tema que siempre te resultaba interesante.


3. Con la situación musical actual tanto el presente como el futuro de la revista está en una posición difícil. Posición en la que también se encuentra el mundo de la música y que refleja el popu. En mi opinión la poca participación de Cesar ha hecho que el nivel baje mucho. Cada vez que compras la revista ves que escribe cada vez menos. El no me judas es un triste recuerdo. Echo de menos mas secciones de cine. Sin duda las cartas de Picha han sido referencias a tener en cuenta pero aún así me parece insuficiente. Sinceramente cada vez leo menos la revista y la compra se ha convertido en una triste inercia. Leo el correo, apéndice, algún disco destacable, alguna crónica de concierto y poco más.

Jesús Sánchez.

1.
Si me preguntas qué significa en estos momentos, es como un viejo amigo al que hace
mucho que no ves; no lo echas de menos pero tampoco lo olvidas. Tu vida va ahora por otros derroteros, no lo necesitas porque tienes otros amigos, pero si te cruzas con él te das cuenta de lo importante que fue en tu vida, en algún momento. Pues eso es el Popu para mí, de hecho, el Popu y sus gentes fueron mis únicos amigos musicales durante bastante tiempo. Yo era un crio de 14 años y en mi entorno era difícil encontrar gente que me guiara a través del mundo del rock. Luego conocí a gente interesante, y seguí con el Popu pero poco a poco otras cosas se fueron poniendo entre nosotros. Pero sí, significó mucho para mí, tanto que sin él ahora mismo no sería el mismo. A lo mejor sería más jevi, o más poppie modernete, o cualquier otra cosa. Pero no sería lo que soy. Y en eso, en conformarme como persona que ama el rock por encima de estilos o tendencias, creo que el Popu jugó un papel crucial.

2. Tuve la suerte de vivir una época dorada, el periodo de 1987 a 1992. No sólo la música era excitante, sino que la manera de contarla del Popu te llevaba a querer más y más. Yo no daba abasto. Recuerdo frases lapidarias en las criticas de discos que te hacían necesitarlo por encima de cualquier otra cosa. Es decir, era periodismo hecho pasión. En aquella época el feedback de los lectores formaba parte de la misma experiencia. Entrabas en sintonía brutal con otras personas. Se creó un ir y venir de sensaciones. Leías lo que un tipo decía en el correo sobre una determinada banda, y te identificabas al momento. En eso el Popu acertó de lleno. Con el correo y las Lineas Acidas el Popu se convirtió en algo más que un magazine. Digamos que era una deliciosamente peligrosa red social en papel. Fueron los años de la resurrección de Aerosmith, la aparición de Guns N´Roses, Jane´s Addiction, Dogs D´Amour...luego llegaron Soundgarden, Alice in Chains. en esos años el Popu prácticamente vivía del presente, porque el presente era la hostia. Yo rozaba la mayoría de edad y mis obsesiones eran dos. Las chicas y que el Popu llegara a mi kiosco en la primera semana del mes.  Todo lo demás carecía de importancia para mí.

3.
Si tengo que ser sincero, yo no creía que el Popu se pudiera mantener tan entrado el nuevo siglo. A ver, todos sabemos lo que hay en la calle, las modas tan extrañas de hoy en día, la juventud mucho más interesada en el consumo rápido. Yo creo que el Popu es una revista para gente eminentemente joven. Y no veo mucho ambiente rockero ahí afuera. Hay honrosas excepciones, pero me temo que el Popu se mantiene con lo que ya tenía, y corre el riesgo de no incorporar a tanta gente como incorporó en los 70 y 90. Seguramente no dependa de ellos. Pero ahí siguen, todos los meses, me parece increíble. Ojalá sea por muchos años, de momento la crisis no ha podido con ellos y me alegro. Pero sigo viéndolo negro. El Popu necesita que sus lectores se vayan renovando, y va a depender mucho de que quien ahora tiene 15 años se suba a un tren que hoy en día es difícil ver pasar. Hace 30 años el rock salía en la tele. Hoy eso es imposible, esa mecha inicial no existe. Ahí veo yo el principal problema. Pero es tema de modas, corrientes, generaciones y excede a lo que una revista puede hacer desde la redacción.


Cris (a.k.a. Morticia Addams).

1. Uff, ¡qué pregunta! Es una cosa que doy tan por sentada en mi vida que normalmente ni me lo cuestiono, aunque el otro día con esto del 500, al entrar en mi habitación y ver la montaña de popus aún sin archivar pensé "hostias”... Al principio, allá por el 88, Popular 1 fue un descubrimiento, un rito de iniciación, una ventana al mundo, cuando no teníamos internet y yo me sentía "encerrada" en Canarias. Era una revista cuyos contenidos nunca dejaban de sorprenderme y que me atrapaba con esas secciones que nunca se replicaron en otras publicaciones: el Correo y su Apéndice, las Líneas Ácidas, y esos No Me Judas que tanto añoramos. Luego con los años todo va cambiando, la revista tiene mejores y peores momentos, las noticias y la información están ahora accesibles inmediatamente, pero yo ni me planteo dejar de comprarla y espero irme yo antes que ella. He conocido gente muy especial a través de esa revista. Popular 1 es parte de mi familia, es como un hermano mayor. Y Popular 1 para mí es César Martín.

2. No puedo pensar en momentos favoritos, supongo que los asocio con mi vida y los
discos que descubrí: los 80-90 y los primeros 2000. Buceo a veces entre los números buscando cosas que pude pasar por alto en su momento. El especial del viaje USA. Una entrevista con Steven Tyler. Ver mi carta sobre John Kalodner publicada (¡ah, eso fue BRUTAL!). Y luego ya a nivel personal, hubo un momento en que tuve que poner a prueba muchas cosas y relaciones en mi vida. Muchas resultaron decepcionantes y las tuve que abandonar. Popular 1 no. 

3. Es difícil decirlo. Supongo que mientras César siga ahí, la revista seguirá adelante. No conecto mucho con la "época moderna" aunque no dejo de intentarlo. No sé qué mercado puede tener una publicación como esta en España hoy en día. Algunos dicen que se repiten siempre contenidos y grupos, pero ¿cuál es la manera de enganchar a nuevas generaciones si no es a través de los "clásicos"? No tengo respuesta para eso.


javistone.

1. Popular 1 forma parte inseparable de mi vida, mi concepción de muchas cosas no sería la misma sin haberme perdido entre sus páginas de rock, cine, comic, freaks… durante más de veinte años. El popular 1 ha sido sinónimo de PASIÓN. A partir del momento en que la descubrí en octubre de 1991 (atómica portada con los U2 más macarras) me ha acompañado sin descanso. Viviendo en un entorno como el mío la revista se convirtió en una ventana a un apasionante mundo que desconocía, juntándose años de adolescencia, eclosión musical 90’s, pasión desbordante de César Martín… El popu me enseñó a vivir la vida en general y el rock en particular con una intensidad desconocida que de otra forma difícilmente habría sido posible. Desde entonces, hasta entrada la actual década, el Popular 1 ha sido un compañero absolutamente fiel en el que confiar ciegamente. 

2. Si tuviera que elegir un momento en particular escogería sin duda el número del viaje a los USA, no puedes superar eso. Viaje casi místico por la idealizada geografía americana visitando todo aquello que cualquier rockero/populero ha soñado hacer alguna vez. Visitar las tumbas de nuestros mitos (es emocionante releer siempre la experiencia de escuchar Soup junto a la tumba de Shannon), pueblos y moteles infectos, el colegio de Lafayette, las fotos en el desierto, las anécdotas con la policía… Una road movie absoluta. Mención especial también al especial sobre el sexo (donde le vimos el rabo a Bugs Bunny!) y aquella mítica portada de Marilyn Manson… aunque en realidad cualquier momento de aquella primera mitad de los 90’s podría servir. 
 
3. El Popular 1 es pasión. En el momento en que esta ha ido desapareciendo, la revista ha perdido fuerza. Es inevitable, una revista llevada prácticamente por una única persona durante casi treinta años y que ha crecido en/con ella, tarde o temprano tiene que mostrar signos de fatiga. El Popular 1 es César Martín, y en los últimos años la fuerza de la revista se ha resentido en la medida que César, por diferentes motivos personales, ha perdido energía. Desde la distancia ha parecido que buscaba a quien cederle el timón para insuflarle el impulso (la pasión de nuevo) necesario. Lo intentó con Enric Rivero Armengol y ahora es el turno del omnipresente Fernando Tanxencias, grandes tipos, sin duda, pero no son César. No podemos olvidar atenuantes como internet y la desaparición prácticamente de la industria musical. Igualmente, y aunque muchos no quieran admitirlo, el componente edad (la nuestra) influye mucho, nunca será igual enfrentarse a un nuevo número con más de 40 años (y decenas y decenas de números) con mucho background detrás que con la pasión desbordante de un adolescente sediento de sensaciones e información. Por desgracia, muchos popu-heads o compran la revista por costumbre o directamente han dejado de adquirirla. Personalmente creo que la revista aún tiene mucho que decir, quizá debería dejar de ponderar la mirada atrás y ampliar miras, porque música haberla hayla, mucha y muy buena. De hecho, la sección de Marcos Lahueria es mi favorita y me ha brindado las mejores alegrías de los últimos tiempos, mostrándome nuevas formaciones que se han convertido en fijas en mi reproductor, como First Aid Kit o The Flying Eyes



Long live to rock & roll. Long live to Popular 1. 

PD: Gracias a Manolo, Kike, Jorge, Cris y Jesse...