martes, 8 de marzo de 2016

Bourbon en concierto (Sala La Santa). O cómo rendirte a la evidencia.


Llevo varios días con la intención de escribir al respecto. Han pasado ya dos semanas del concierto que Bourbon dio en la Sala La Santa en su Sanlúcar natal. Mi idea al salir de su actuación aquella noche fue la de dejar reposar la sensación que me dejaron, el sabor de boca con el que salí de allí. Nada más terminar el concierto tuve la tentación de dejarme llevar por el momento, habría usado habituales términos como “brutal”, “alucinantes” o atributos parecidos, y no habría faltado a la verdad. Pero como digo, he querido dejar asentar la experiencia y desde cierta distancia ordenar lo que vi, lo que sentí y lo que presentí.

A Bourbon era la tercera vez que los veía en directo, pero la primera actuación completa. Es decir, los vi abriendo un Serie Z hace años y hace pocos meses en un festival en Rota. Fantásticos conciertos pero no completos, no eran SU concierto. La Sala La Santa es un sitio peculiar, una especie de old fashioned 80’s con un encanto particular. Hay un grupo de críos tocando antes y el ampli orange de Raúl ya está a la izquierda de la batería. Poca broma. Raúl, Juanma y Álvaro aparecen concentrados, seguros. Seguros de tener entre manos uno de los mejores discos que se pueden escuchar en el rock patrio hoy en día. Quizá no se hayan dado cuenta aún, pero es así. El set list se basa evidentemente en Devastación, inevitable con canciones así. Lo primero que pienso es que la sensación que tuve en el festival de Rota meses antes, con un Raúl muy mermado por un fuerte resfriado, es que perder un miembro (guitarrista) no sólo no ha representado un contratiempo, sino que realmente les ha venido bien. La conjunción de los tres es absoluta, son una máquina engrasada al 100%, no puedes ponerles ninguna pega, Álvaro es contundente, Juanma una base rítmica agresiva y potente y Raúl… bueno, lo de Raúl es impresionante. Su aspecto afable desaparece en cuanto comienzan los primeros acordes, es una fuerza de la naturaleza como pocas he podido ver en este país, si acaso comparable con Armand de 77’. Su dominio y forma de tocar la guitarra está al nivel de su asombrosa voz, lo agita todo con una fuerza que lleva al límite y dota a unas canciones, como decía sobresalientes, de mucha fuerza.  Quién eres tú, Escrito en la pared, Sol… tienen una intensidad que te deja abrumado. Haydée, mi mujer, nunca los había visto en directo y no paraba de decirme  “Tocan con madre! Tocan con madre!!”. Cuando Te esperaré hace acto de presencia, con Rául imitando el melotrón de la grabación con armónicos en su guitarra, Bourbon ya te han ganado varias veces, el dramatismo de la épica del tema amigos míos… tenéis que comprobarlo por vosotros mismos, una banda GRANDE  a un nivel superlativo… Te esperaré aunque no sé si estaré allí… Llevo meses con esa canción en la cabeza. Es al final cuando los coros se entremezclan, cuando los punteos de Raúl me han dejado exhausto y el épico final te hace sentir puñeteramente vivo y lleno de sangre… cuando una idea comienza a rondarme en la cabeza. Y es en el momento en el que inician el tema Devastación donde comienzo a tenerlo claro. Bourbon son un grupo de arenna rock, de repente me los imaginé rompiendo con ese cambio de ritmo a mitad del tema… en medio de un escenario enorme, de un Wembley, moviendo masas, dominando al público en un estadio, en un palacio de deportes, en un festival multitudinario… Ese fue EL momento aquella noche. He necesitado que pasen más de dos semanas para creer que aquella sensación, aquel subidón tan brutal que creía era momentáneo se enfriara y pudiera escribir con la mente fría. Pero… ¿sabes qué pasa? Que eso no ha sucedido, sigo estando en el mismo puto subidón y no me quiero bajar. 

Bourbon lo tiene, Bourbon lo tiene… repetid conmigo como mantra incontestable… Bourbon lo tiene, Bourbon lo tiene.

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