Discos recomendados... para no comprar!. II

ON YOUR SLEEVE - JESSE MALIN.

La banda norteamericana Cracker solía cantar que "el mundo necesita otro cantante folk como yo necesito otro agujero en mi cabeza", y algo así es lo que uno piensa cuando se enfrenta al disco de versiones del que hace años fuera líder de la gran esperanza del rock, los añorados D-Generation. Por alguna razón, los de NY se separaron tras dos fantásticos discos, dejándonos con la sensación de que podrían haber llegado a donde hubieran querido. Y es ahí donde uno no termina de comprender el camino que optó por coger Malin: quitarse las pinturas de punk glam, desprenderse de kilos y kilos de actitud y dejarse llevar por la moda del rollo americana.

En este "On Your Sleeve" Malin recurre a grabar un disco de versiones, donde el principal problema es la desastrosa elección de temas. Porque, ¿quién quiere escuchar otra interpretación de "Walk on the Wild Side" (que alguien me explique de una puta vez qué diablos le ven a esta canción)? ¿Realmente era necesario escucharle cantar un tema de Paul Simon? ¿"Everybody's talking" es lo más interesante que el aspirante a Gram Parsons puede elegir interpretar? Incluso, a pesar de elegir "Sway" de los Stones, el tratamiento pseudo techno que le hace es un verdadero desastre. ¿Momentos interesantes? Sin duda los hay, definitivamente quien tuvo retuvo, y Malin saca la casta con las versiones de los Lords of the New Church o los Ramones, que es justo cuando piensas en el talento desaprovechado, y en que esto es muy poca cosa para lo que puedes esperar de él.

Definitivamente, hace bien en taparse la cara en la portada del disco.

HERMANO - INTO THE EXAM ROOM.

Bueno, meter este disco es especiamente doloroso. Para mí John Garcia es DIOS, pero… incluso él ha tenido deslices. Como integrante de Kyuss, una de las bandas más grandes de la historia, no vamos a contar gran cosa. Una vez separados forma Slo Burn para un EP que es demoledor, donde da exactamente lo que se espera de él, stoner denso, cuatro grandes canciones donde Pilot the dune (dios, qué gran título) sigue brillando aún hoy en muchos de nuestros reproductores. Unida sería la siguiente banda del inquieto cantante cuyo nivel es inferior pero alto. Un nuevo disco que nunca se publicó oficialmente y de nuevo forma otra formación con músicos de varias bandas: Hermano. Por alguna razón, Garcia quería desmarcarse progresivamente de su pasado con Kyuss, y con Hermano parecía que lo iba a conseguir. Un primer disco en 2007 con ramalazos aún de ese rock denso, y un Dare I say más adelante que ya se ve venir… lo inevitable. En 2007 Hermano editan Into the exam room, con el que esperaban confirmarse como auténtica banda, no como “el grupo del cantante de Kyuss”.

Pues bien… aún recuerdo la profunda decepción al escucharlo, donde antes las canciones se sostenían por el sonido stoner, que a veces camuflaban lo normalito de las composiciones, ahora el sonido hard rock desnuda sus limitaciones compositivas. Garcia ni siquiera canta como solía, busca melodías donde no las hay, la fiereza se le escapa de las manos (y eso que es veterinario, coño, un poco de fuerza animal se le debería pegar!). La cuidada producción y el sonido contundente no evitan que por momentos sientas que estas ante unos Audioslave de segunda, lo cual es terrorífico.

Al igual que otros discos decepcionantes,… provocó el fin de la banda.


BASKERY - FALL AMONG THIEVES.

De este disco que me regalaron me hablaban recordando a las riot girls de los 90’s, furia sexual de féminas con ganas de hacer ruido y ponerle las cosas difíciles al macho de turno. La sutil Courtney Love era la referencia a nivel actitud e imagen, pero en cuanto a sonido eran bandas como Babes in Toyland o L7 las que lideraban el “estilo”. Y claro, pones el cd y uno, que es confiado por naturaleza, se espera suciedad y mala baba, y... uffff, nada de eso! En su lugar estas tres hermanas de Suecia que forman Baskery presentan un country pop de cuidada facturación que nos trae a la memoria las melosas e inofensivas (sic) Wilson Phillips o a los irlandeses The Cors (ay…).

Pero seremos justos. Una vez superado el shock inicial de aquel día en que tuve que escucharl el disquito, a las chicas se les reconocía el buen gusto y el mejor manejo del estilo. Una instrumentación un tanto forzada pero que transmitía cierta intensidad, sobre todo ese espectacular banjo slide (sin duda lo mejor del grupo y que las distancia de las sosainas de las que hablé antes) que dota a las canciones de la fuerza justa y de un punto de sabor sureño.

Ellas se definen como “high voltage”, “killbilly” o “banjo punk” (¿¿??), pero a pesar de agradecerse que además las canciones se hayan grabado en directo, las canciones ni siquiera comienzan a emocionar, suenan vacías, aunque es posible que triunfen en los charts más convencionalistas, asentados como están en la mayor de las vacuidades.

Como dicen los ingleses, “not my cup f tea”.


DANZIG– BLACKACIDEVIL.

Al bueno de Glen se le fue la pinza en el 96, totalmente. Tras cuatro discos insuperables, no se le ocurre otra cosa que despedir a los integrantes de su grupo y dedicarse al fascinante mundo del rock industrial. Un amigo me trajo de los USA Aenima de Tool, Superjudge de los Magnet y este de Danzig, y precisamente fue el primero al que me dirigí. Madre de dios… qué desastre de disco, auténtico despropósito de disco que desconcertó (por ser benévolo) a sus numerosos fans que no entendían no ya solo el cambio del rumbo estilístico, ni el cambio de la sólida formación de la banda… sino la NULA calidad de las… ¿canciones? del disco. Joder Glen, que sí, que el rollo industrial está muy bien, pero que no eres Trent Reznor solo por llevar siempre la misma cara de mala ostia.

Curioso que haya tardado ni más ni menos que dieciséis años en recuperarse con la reciente publicación del tremendo Deth Red Sabaoth.